viernes, 5 de febrero de 2010

Nuestra Fany...


Queremos hacer una mención especial en nuestro blog a una persona súper importante en la vida del Centro: Fany.
Gracias por estos meses que has trabajado con nosotras,¡ ya sabes que han sido muy especiales!

Queremos que sepas que te echamos mucho de menos, y que el trabajo no es lo mismo sin ti. Eres de esas personas que con su silencio elocuente va dejando huella en las personas que pasan cerca de ti...

Te deseamos lo mejor, y sobre todo esperamos tus visitas!!!
Muchos besos y abrazos de tus compis, y de Antonia...
¡Cuídate mucho!

Aprender a ser felices

Ayer como todos los jueves, el equipo de trabajadoras del Centro realizamos nuestra sesión semanal del Programa de Educación para la Salud. Este programa surgió con la idea de poder cuidar a nuestras cuidadoras, tanto a nivel personal, para que se sientan mejor con ellas mismas, y a la vez a nivel profesional, para que realicen su labor con mayor eficacia, favoreciendo la cooperación y la formación continua.

El programa consta de dos módulos, impartidos por la psicóloga y la fisioterapeuta, y que se centran por un lado en aspectos emocionales y de habilidades sociales, y por otro en adquirir hábitos de vida saludables y fomentar un adecuado control e higiene postural en las movilizaciones y traslados de las residentes. Poco a poco podemos observar como todos los contenidos se van interiorizando, y sobre todo repercute en la vida del Centro, donde se respira un buen ambiente de colaboración y compañerismo.

En el tema que tratamos ayer con la psicóloga, tuvimos la ocasión de valorarnos y trabajar nuestra autoestima. Pensamos, sentimos, actuamos. Ésta fue la pauta de las dinámicas, que nos ayudaron a descubrir los aspectos positivos que valoramos en nosotras mismas, y que a su vez sirvieron de base para reflexionar sobre cómo pensamos, sentimos y actuamos en los momentos malos y buenos de nuestra existencia. Es muy bueno poder verbalizar nuestras emociones y compartirlas con el grupo, y descubrir que somos iguales, que compartimos emociones y que gracias a estos encuentros podemos sentirnos más unidas.

He titulado esta entrada aprender a ser felices, porque es el título de un capítulo del libro Razones para la alegría, de José Luis Martín Descalzo, y creo que está bastante relacionado con el tema tratado ayer. En él se habla sobre cómo la felicidad no es una sola, sino que hay muchas y diferentes felicidades a lo largo de la vida, y sobre cómo cada persona debe construir la suya propia; y aunque la felicidad no es "completa", existen raciones más que suficientes de alegría para llenar nuestra vida de entusiasmo, y poder servirnos como punto de llegada para esos momentos en los que sentimos que todo anda mal en nuestras vidas.

Unas claves para caminar hacia la felicidad pueden ser el valorar y reforzar las fuerzas positivas de nuestra alma, disfrutar de todo lo bueno que tenemos, asumir nuestras pequeñas partes negativas y aprender a no magnificar aquellas pequeñas cosas que nos faltan o nos molestan. Debemos sentir un equilibrio en nuestras vidas que nos ayude a conseguir ser más felices. Y sobre todo, procurar sonreír (con ganas o sin ellas). Estar seguros y seguras de que somos capaces de superar muchos dolores y dificultades, muchas más de lo que sospechamos...